La Danza Espontánea es una disciplina creada por Elsa Stagnaro que propone recuperar la organicidad del cuerpo para aprender a percibir sentimientos e imágenes interiores y configurarlas a través del movimiento.
Así, lograr que el cuerpo sea movido por éstos sentimientos e imágenes y no por la voluntad egoica. El cuerpo que danza no es sólo el cuerpo biológico sino el cuerpo portador de significados fluctuantes simbólicos; el cuerpo que da morada a la psique, con sus sentimientos, emociones, ideas, sensaciones e intuiciones. La psique, anclada firmemente en la organicidad del cuerpo, encuentra el movimiento en el que puede encarnarse.
A través del movimiento espontáneo (no libre), en un estado de conciencia onírica, se hace posible el contacto con la función creativa de la personalidad, que, como dice Carl G. Jung cuyo pensamiento es el marco teórico de esta técnica, no es una cualidad artística formal sino una condición innata que regula el proceso de autotransformación. Configurar, como un modo de la imaginación activa, contactar la función creativa personal, dar la posibilidad de vivir el SI MISMO corporal como integrador de la personalidad son los objetivos de la Danza Espontánea.
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